segunda-feira, 8 de maio de 2017

HISTORIAS CON SENTIMIENTOS: AMOR Y ODIO ENTRE ESCRITORES


MI MUNDO Y SUS RUTINAS Y SU TRASLACIÓN AL MUNDO DEL AULA





Mi interés por el mundo de las relaciones sentimentales, con toda su gama de amores y odios, me inclina siempre a leer textos literarios que expresan lo íntimo y lo secreto, mi trabajo de profesora de ELE me lleva a traducir esos intereses a la esfera de la didáctica.

Voy a dejar aquí una actividad que creé hace ya bastante tiempo (empecé a elaborarla en 2006) y que luego se ha utilizado en el Instituto Cervantes de Río de Janeiro para probar cómo es posible aprender contenidos culturales y literarios en clases de español como lengua extranjera con toda coherencia dentro de las orientaciones del MCER y el PCIC.

Un día, mi jefa nos pregu
ntó si teníamos alguna actividad cuya base fuera lo cultural o literario. Y se me ocurrió que mi actividad Una historia de amor, que también llamé Una historia de sentimientos: amor y odio entre escritores, (título que me ha permitido, poco a poco, añadir textos, referencias, autores...), podía ser un buen ejemplo de lo que significa el MCER y el PCIC y cómo lo cultural no es un "añadido", sino una piedra capital del edificio didáctico que queremos construir en nuestras clases.

Cuando diseñé la actividad, simplemente ordené papeles y me dije que con todas mis elucubraciones quizá tenía algo que contarles a mis alumnos. Fue todo algo natural, no pensé, honradamente, en ningún texto teórico, busqué y reuní porque quería conocer, aprender,
y luego pensé que ese material me serviría para mostrar lo que creo que debe ser un curso de ELE.

Intuía que en mi propuesta didáctica se cumplían las orientaciones sobre cómo desarrollar las competencias existencial y pluricultural. Mi actividad anima al uso de TIC, busca la autonomía de aprendizaje, la reflexión del alumno sobre lo aprendido y fomenta el espíritu colaborativo en una dinámica de comunicación dentro y fuera del aula. Yo ya conocía el MCER y seguro que fue una influencia no consciente, no declarada al principio. Pero ya estaba su semilla en mi curiosidad y en mis principios docentes.

Lo cierto es que siempre he creído que la cultura está DENTRO del curso de ELE, que no es un apéndice.

Tal vez porque mi formación pasa por la Literatura, y en general con mucho interés por la Literatura contemporánea, el papel privilegiado de lo literario en la clase de ELE lo he defendido desde siempre.

Para mí es un placer compartir con otros lectores y cómplices textos de escritores de España y de los países hispanoamericanos, y soy feliz llevándolos con amor a mis aulas de Español como Lengua Extrajera.
Me encanta, además, buscar los textos íntimos, los textos escritos en un dormitorio, en un vagón de tren, en un aeropuerto, o en una mesa desvencijada de un café que reunía escritores, funcionarios cesantes y dependientes de botica. Esos textos no siempre, -casi nunca-, quisieron llegar a la imprenta y al libro. De hecho, su ortografía, a veces no académica, directa y veloz, se define por la furia de la rabia y de la pasión, por el deseo carnal y por la iniquidad.

En el momento de su
creación no se pensaron como parte del legado literario de nadie.

El autor no contaba con la lectura del gran público sino con el ojo atento del hermano añorado, del amigo al que se abandona, del ser que se p
resiente lejano, del odiado enemigo, o del amado que se aprisiona con el chantaje de la debilidad.

Esa base de esencial sinceridad que delata el material textual de lo íntimo delata la calidad
moral de su autor que, en su proyección social, tal vez mostraba de sí una imagen totalmente diferente.

Casi todos estos textos son una inolvidable radiografía de la nobleza y de la mezquindad humanas. En sus renglones a veces vemos
el ego narcisista del escritor incapaz de convivir bajándose de su pedestal, pero también descubrimos el desprendimiento del que se desnuda, sincero y entregado, por encima de los intereses del artista famoso.

LAS MUJERES EN ESTA HISTORIA

¿Mis escritores elegidos? Todos los autores s
on obsesiones particulares, autores de mi mesilla de noche desde la adolescencia.

El amor y el odio, la entrega generosa y el egoísmo indecente en la órbita de pareja me interesan mucho cuando los dos, el hombre y la mujer, son artistas, creadores, (creo que los papeles se reparten sin problemas en sus arquetipos cuando hablamos de parejas homosexuales).

Llego siempre a la misma conclusión; qué difíc
il ha sido para la mujer literata, que sueña con conquistar un espacio de libertad personal y de género, compatibilizar sus alas reivindicativas con el papel de paciente esposa de un famoso escritor. No excuso a nadie, que ese papel no me toca. La libertad es un bien difícil, y la paradoja de la mujer libre en la calle y dependiente en el dormitorio es ya una historia vieja y todavía presente. Cada uno y cada una sabrá -o no- cómo lidiar con esa contradicción.

Las mujeres me interesan muchísimo: una mujer emblemática es María Teresa León, fiel compañera de Rafael Alberti, hombre poco práctico, bondadoso por naturaleza, esquivo al esfuerzo continuado y caprichoso. Ella mantuvo económica y organizativamente la supervivencia de la pareja hasta que ya no le fue posible porque la enfermedad la incapacitó. Terminó "escondida" en una clínica madrileña.
Durante sus largos años de convivencia, mientras que él pintaba y escribía hermosísimos versos, ella se multiplicaba autoritaria y esclava de su propio papel de general familiar entre guiones, novelas alimenticias, traducciones. Y a pesar de todo, cuánta buena literatura hay en aquellos textos.

Sin duda, qué belleza literaria se descubre en sus Memoria de la melancolía, un homenaje vívido y complejo dedicado a quien fue todo en su vida: su amado Rafael. La arboleda perdida es el más hermoso ejemplo de prosa poética volcada en una estampa de vida. ¡Y qué versos inolvidables escribió su amado en Retornos de lo vivo lejano, un c
anto a la pasión entre ambos!.

Otra p
areja increíble es la formada por el cabiloso, intelectual, joven ambicioso y bello Octavio Paz y su esposa casi niña -niña terrible- Elena Garro, que en sus recuerdos de su experiencia compartida en la aventura de la Guerra Civil española no deja títere con cabeza. Esa sí que no se dejó, -al menos del todo-, aunque su afán persecutorio contra Paz también denota una especie de fanática dependencia muy a su pesar.

Sus Memorias de España 1937 son de una modernidad inaudita. ¡Qué espíritu libre y salvaje el de Elena! Cuando todos los intelectuales de izquierdas se doblegan al evangelio dictado por la URSS, ella protesta, discute, molesta. O
ctavio no sabe qué hacer con ella, su deslenguado carácter lo deja siempre en una posición "peligrosa" porque la ortodoxia comunista de la época se traduce en justicia inapelable contra toda disidencia.

La autora de Los recuerdos del porvenir es escritora de culto, quizá porque ella misma no buscó nunca salir de los márgenes de esa
disidencia vital. Tal vez porque las mujeres escritoras pagan muy caro su propia locura. Octavio Paz la quiso y la soportó como pudo. El Premio Nobel de Literatura se casó de nuevo, pero aquella primera esposa le perseguiría cada día de su vida.

Garro, rubia y libre,
nos conduce a otro espacio literario, a otra geografía y a otro tono vital, los de su amante y adorador desesperado Adolfo Bioy Casares, un atractivo escritor que no dejó nunca a su esposa, la fea de las hermanas Ocampo, la dulce Silvina, gran poetisa y gran víctima de una relación en la que tenía todo que perder.

Mujer rica y diez años mayor que acepta las infidelidades y que se sabe poco atractiva. Ella sabe que él necesita la pasión que ella
no le inspira. Calla, llora en silencio, Silvina solo quiere que él no la abandone nunca, aunque tenga que compartirlo, así, escribiendo no tan a escondidas cartas furiosas de amor a otras. La historia termina mal, como siempre en estos casos. Nos quedan los maravillosos poemas de ella, los grandes relatos de él, pero hay algo, entre ellos, tan doloroso e injusto, que duele acercarse demasiado.

Nos quedan muchas parejas todavía. El impresentable Gregorio Martínez Sierra, de un atractivo invisible pero más que suficiente para su esposa, María Lejárraga. Ya hemos hablado mucho en este blog de ella y de otras mujeres que sacrificaron su identidad por la presión social. En la revista electrónica "Los Insistentes" hay un artículo dedicado a este interesantísima dramaturga. Si alguien quiere leer sobre esta historia antigua como el mundo y desdichada y absurda como pocas, que no deje de pinchar sobre los enlaces.Ay del viejo dogma castrador que obligaba a las mujeres brillantes y hermosas a ser "perfectas" a la medida de su gran hombre: son compañeras revolucionarias; amantes complacientes; orientadoras de la vocación literaria; musas si toca; secretarias de la correspondencia diaria; cocineras improvisadas; cornudas pacientes más o menos resignadas y terapeutas en los momentos "de bajón" de sus maridos ilustres.

Muy pronto prepararé algo sobre Zenobia y
Juan Ramón, pareja inevitable en este listado de amores, compromisos y agravios.

Puedo imaginar, diagnosticar, equivocarme o acertar en mi visión parcial y asumidamente visceral del mundo que
disecciono: los celos profesionales; el abuso del amor que da protección y que en realidad anula; la aceptación de un papel de referencia social como esposa de, aunque en general la intimidad esconde más humillaciones que privilegios; la vergüenza de saber que son públicas y notorias las infidelidades, las mentiras; la ideología revolucionaria que se para justo, justo, cuando lo que toca es reivindicar el derecho de ser libre dentro de una casa...

Como resumen, encuentro a menudo, en mis devaneos de lecturas, a esas mujer
es que eran capaces de inmensos sacrificios públicos en pos de la libertad pero que cargaban en secreto con el peso de la tristeza y la de renuncia en su esfera privada.

Ellas respiraban un aire henchido de contradictoria abnegación y rebeldía.


LOS HOMBRES Y SUS LUCHAS

En el
mundo en binomio no puede faltar el odio, el rencor de clase y los celos profesionales. Esta relación, más fiel que muchas pasiones amorosas, se llevó por delante los principios de belleza y de lealtad de dos poetas magníficos. Esta es una historia que muestra en su máxima expresión cuán fuerte es el lazo que ata a dos por la envidia y la vanidad. Pablo Neruda y Vicente Huidobro fueron campeones del ego que excluye cualquier discusión a su liderazgo. Neruda quiso ser siempre el "poeta del pueblo", un demiurgo comunista aclamado por las masas. Su amor al proletariado no excluía su amor a los focos y a la gloria. Y Vicente Huidobro, un autoproclamado descendiente del Cid Campeador que fue a parar a ese mundo austral, era el exponente, para Neruda, de aquellos dueños de salones literarios donde jamás se admitiría como un igual a este tal Neftalí Reyes Basoalto, un pobre, provinciano poeta de una región del sur.

¡Qué bajezas, maldades, mezquindades, hay en los insultos de Neruda y en el desprecio de clase de Huidobro! Parece ser que Vicente sentía un profundo desdén por un joven que discutía su liderazgo, alguien, por si faltaran motivos, de procedencia social humilde. Un poeta que buscaba la música de los astros como Huidobro no entendió más que como poesía barata de consumo los poemas de amor nerudianos, tan llenos de sudor, lágrimas, sentimentalismo y procurada fealdad.

"El Bacalao" llamaron a Neruda Huidobro y su grupo de jóvenes acólitos por el olor a "podrido" de sus versos. Huidobro fue
para los poetas comprometidos del sector nerudiano, un patético, narcisita y ridículo poeta que necesitaba de muy mala prensa. Así, Neruda supo catalizar su odio preparándole enemistades por toda la geografía poética e intelectual del mundo, personas que ni siquiera conocían personalmente al padre del Creacionismo. Neruda movilizó a casi el pleno de grandes poetas de la generación del 27, -grandes amigos de Neruda, a los que conoció y con los que se integró en la vida madrileña-, para que le aislaran en cada uno de sus viajes a España; y lo mismo sucedió en París, México y Argentina. Dentro de Chile y fuera, Huidobro sufrió verdaderas campañas de difamación en periódicos y congresos.

Los hermanos Machado, esa representación fraternal que nunca fue el símbolo de las dos Españas, -por más que nos lo hicieran creer-, nos muestran otro tipo de amor. Si miráis el material que os dejo, veréis qué absurda guerra y cuánta manipulación histórica pesa sobre nuestros hombros. Esperemos que los estudios que vendrán limpien este patio nuestro de "buenos " y "malos". En esta historia entre hermanos, parece claro que hay dos seres entrañables y leales que nunca dejaron de quererse, incluso cuando la vida los separó. Tal vez haya que olvidar todo lo que se ha escrito en esos bienpensantes libros de nuestro bachillerato de la transición política, o mejor que olvidarlo, anotar sus requiebros manipuladores, tanto desde la derecha - en un tiempo-, como desde la izquierda en los años que siguieron a la Dictadura. En fin, recreaciones políticas interesadas que desfiguran la obra y la esencia de los Machado, algo que los hermanos poetas no merecen.

¡Hay tanto!, pero no sé si aún tenéis ganas de buscar todo el material adjunto que os dejo en esta entrada. ¿Tenéis tiempo, tenéis paciencia y ganas? A
quí está, al menos, para el que sienta curiosidad.

UN CASO MUY ESPECIAL: MIGUEL HERNÁNDEZ

Viene aquí porque 2010 ha sido e
l año para recordar el Centanario de su nacimiento. Pero por encima de todas las cosas, porque Miguel Hernández es un caso parecido al de César Vallejo. Poetas grandes abandonados, pobres, despreciados, aunque luego hayan querido poner paños calientes.

Los seres humanos, aunque sean poetas, aunque sean grandes escritores, se componen de materias diferentes. Colores diferentes. Su obra p
uede iluminarnos, no todas sus acciones de vida lo hacen. Queremos que los que queremos sean siempre inocentes, pero nadie lo es del todo.
Os abro un pequeño apartado sobre Miguel Hernández que nos muestra qué ocurrió entre María Teresa León, Rafael Alberti, Pablo Neruda y otros tantos poetas de su época... y el poeta de Orihuela.

Necesitamos bajar a los
hombres y mujeres de sus pedestales sin denigrar sus grandes obras. A estas alturas, ni siquiera pretendo juzgar a nadie; posiblemente estar más cerca de la verdad me haga más justa y más prudente.

A Miguel Hernández no lo soportaban, ni los Alberti, ni el gran García Lorca, ni casi ninguno de los integrantes de la Generación del 27. Ellos eran urbanos poetas de clase media que se reunían para hablar de sus obras, preparar artículos juntos en revistas por ellos creadas, o simplemente para divertirse. Y, de repente, irrumpía, en sus salones, Miguel, con ese pantalón raído de pana y esas alpargatas de paleto, presentándose como "pastor de cabras", y pidiéndoles, -exigiéndoles-, un lugar entre ellos.

Cómo iban a tomárselo en serio, ellos eran poetas sensibles con la tradición popular y las reivindicaciones proletarias, sí, pero también miembros de una misma clase; cómplices en maneras sociales, en códigos de urbanidad.

Cuando está acabando la Guerra, los vencidos saben que no habrá clemencia para ellos; el odio ha llegado demasiado lejos y la única posibilidad de salvarse es escapar antes de que se cierren todas las fronteras. 


 Miguel les pide ayuda a los Alberti, que van a poder salir en una avioneta pilotada por el aviador Hidalgo de Cisneros. En el avión viajan también dirigentes comunistas, pero hay algunos asientos libres. No hay lugar para él, ni allí ni tampoco en las embajadas amigas de la República. Miguel no figuraba en las listas que Neruda, Alberti y otros más suministran a los embajadores comprometidos.

Miguel Hernández fue dejado atrás, como se deja a los perros sin pedigrí, a su suerte. Y su suerte, ya la conocemos.
Este año iba ser un año de fastos para conmemorar el Centenario del nacimiento del poeta oriolano. Con la crisis económica apoderándose de nuestra realidad, ni siquiera en eso, nuestro Miguel, ha tenido suerte. De los grandes homenajes nos hemos quedado en recuerdos entrañables.

Nos consolamos bien, lo más importante es su legado: su poesía.

TERMINANDO...

Uno, -lo he aprendido con los años-, escribe, cuando escribe por placer o por necesidad, sobre temas que giran en torno a un universo pequeñito, su universo en clave de curiosidad cotidiana.

Durante años de desorientación sobre quién soy y qué quiero, creí que la investigación "seria" se basaba en hojear páginas polvorientas de ilustres ediciones guardadas en la Biblioteca Nacional.

No es verdad, aunque no sé si mi investigación algún día será "seria", o simplemente, -qué bien-, será mía. Todo lo que hago tiene un hilo: soy yo preguntándome cosas: si quedan aún muchos textos memorables perdidos en cajones o en el caos bendito de Internet; si es posible el equilibrio y la bondad entre dos seres admirables y brillantes; si la intrahistoria se teje con el secreto...

Comprendí que todo estaba ligado, mis lecturas inconvenientes y curiosas, mis escritos personales y los textos para hacer eso que unos llaman "currículum dentro de la profesión".

Por todo ello, imagino, fui, sin darme cuenta, recopilando entrevistas, cartas, textos autobiográficos, que hablaban de un ser que se dirigía a otro ser casi al oído o al clan. Y un día, sin saber por qué, me vi revisando, seleccionando textos, buscando una relación entre ellos.

Hay una tipología propia de cada género textual en este conjunto (cartas, semblanzas autobiográficas, poemas, relatos, ensayos...) , y hay un mundo de confidencias, lealtades y traiciones que cualquier interesado en lo literario y en lo literario en español puede querer tocar y sentir.

Todo esto explica por qué diseñé esta actividad.

Más tarde, mis obsesiones me condujeron al diálogo con mis alumnos.

He sido muchos años atrás profesora de Literatura en New York University (NYU), en Bowling Green University (Ohio), en St.Lawrence College, en Skidmore College... Ya no me acuerdo, ni me apetece recordar mi currículum. Solo quiero explicarme por qué una y otra vez me refugio en la Literatura.

Si alguno quiere los textos, que me los pida, son recopilaciones de aquí y de allá, nada especialmente valioso, solo me llevó un poco de tiempo, y ese tiempo fue de juego y placer para mí.

Aquí tenéis mi actividad; se basa en la dinamización de un grupo de alumnos que reconstruye y construye su conocimiento gracias a fragmentos de cartas, textos periodísticos, poemas, semblanzas biográficas y autobiográficas... Muchos fragmentos están en las manos de los estudiantes, otros tantos los esperan en Internet: tendrán que ir en su búsqueda para realizar la Tarea.

A continuación, os paso aquí lo que escribí para explicar cómo era mi actividad. Este texto se encuentra dentro de un artículo que tenía otras partes escritas por otras personas. Esas partes, naturalmente, no las publico porque creo en el derecho de que cada uno defienda y publique lo que es de su sola autoría. Que nadie se atribuya como propio lo que no es suyo, ni viva exportando ideas que no le pertencen. Aquí solo hay unas ideas mías sobre lo íntimo en la Literatura y cómo llevarlo a una clase de ELE.

Ojalá que os guste la propuesta y que me aconsejéis rumbos que enderecen mi itinerario errático a través de estos retazos biográficos.

Ahí va:

PARTE II: PRESENTACIÓN EN DIAPOSITIVAS




View more presentations from Belén.

>Parte III: PROPUESTA DIDÁCTICA: EXPLICACIÓN DE LOS OBJETIVOS Y DESCRIPCIÓN DE SU PUESTA EN PRÁCTICA


Presentación de la actividad y motivación

El profesor presenta el poema de “Retornos del amor en las arenas”, de Rafael Alberti. Explica el contexto en que fue creado: años 50, un poema de amor del poeta a su esposa, también escritora, María Teresa León y cuyo último verso está grabado en su tumba: “Esta mañana, amor, tenemos veinte años”.

Presenta también el poema “Cuando tú apareciste”, de Alberti, (publicado en su libro de memorias La arboleda perdida). El profesor distribuye un fragmento muy breve dedicado a Rafael Alberti dentro de Memoria de la melancolía, libro de memorias de MªTeresa; y se leen algunas de las cartas que se cruzaron. Se explica a continuación que la actividad puede diversificarse y que entre todos se va a organizar una actividad que ayudará a conocer otras historias de amor, de desamor, de enemistad, de envidia, entre escritores.; la idea es trabajar sobre parejas de escritores para descubrir sus textos y analizar el tipo de relación que tenían.


COMIENZA LA ACTIVIDAD

El profesor distribuye un folio que contiene un cuadro con los escritores seleccionados para la actividad y preguntas concernientes a ellos: algunos datos biográficos; descripción del tipo de relación personal con otro de los escritores seleccionados; frases, versos que a esta persona le dedicó; algunos títulos importantes de su obra; otros conocimientos sobre relaciones personales entre escritores en español y en otras lenguas; reflexión sobre lo que se sabía antes y sobre lo que se sabe después de realizar la actividad.

1ª Fase: El profesor nombra a los escritores seleccionados en esta actividad: Rafael Alberti, Mª Teresa León, Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Gregorio Martínez Sierra, María Lejárraga, Antonio Machado, Manuel Machado, Octavio Paz, Elena Garro, Silvina Ocampo, Adolfo Bioy Casares. Muestra sus fotografías y pide al grupo que los identifique y que los coloque con el escritor con el que se relacionó.

2ª Fase: Después de comprobar con la ayuda del profesor que las parejas formadas son correctas así como la identidad de cada uno de los escritores, el profesor introduce algunas informaciones biográficas sobre ellos.

3ª Fase: El profesor distribuye una tarjeta con la biografía de uno de esos escritores por grupos (el número de alumnos por grupo depende de los estudiantes que haya en clase). Los alumnos deben preguntarse unos a otros para hallar las respuestas sobre informaciones biográficas y así completar el cuadro que había sido distribuido por el profesor antes de comenzar la actividad.

4ª Fase: De la misma forma se procede con otros materiales que el profesor va sucesivamente a distribuir de los escritores y que retratan la relación que mantenían; algunas cartas personales; poemas o textos literarios; ensayos y artículos de prensa de otros autores. Incluso hay un material oral que servirá para realizar una actividad de comprensión auditiva: “La leyenda del fuego”,
con música de Falla y letra de María Lejárraga. En este caso, los alumnos reciben tarjetas con un verso del poema que deberán colocar de acuerdo con el orden de la canción.

Durante todo el proceso de la actividad, los alumnos se mueven en la clase recogiendo la información que necesitan y que poseen otros compañeros. Con la ayuda de Internet van recogiendo más datos.

Puesta en común en el grupo general: Los alumnos leen el contenido de las tarjetas en voz alta y entre todos se comenta aquello que ha resultado más interesante. Después, los alumnos colocan en la pizarra, (en nuestra experiencia usamos una masilla adhesiva), todos los materiales, creando un “mapa de relaciones”. Con las fotos y textos que se han distribuido, los alumnos escriben los nombres de los escritores, crean símbolos que representan las relaciones con otros escritores, y añaden las informaciones pertinentes recabadas a lo largo de la actividad.

Tareas finales: Por grupos eligen una de las parejas y elaboran una presentación oral breve, (puede ser ilustrada en power point), para el resto de la clase, en la que cuentan de forma amena aspectos curiosos y pertinentes sobre los escritores elegidos, leen algún fragmento literario y nos cuentan más sobre el tipo de relación que establecieron.


>NO TE LOS PIERDAS, SON LO MÁS IMPORTANTE: LOS TEXTOS


MEMORIAS
Memoria de la melancolía, de María Teresa LeónSEMBLANZAS LITERARIAS Y ENTREVISTASMi padre temía la influencia de las mujeres, por Aitana Alberti
Cartas de amor entre Rafael Alberti y María Teresa León
La arboleda perdida, de Rafael Alberti, estudio de la memoria
"Aquí hay mucha puta y mucho hijo de puta" Miguel Hernández y María Teresa León.
Miguel Hernández abandonado por las calles de Madrid
Miguel Hernández y la Embajada de Chile
María de la O Lejárraga y Gregorio Martínez Sierra
María Lejárraga, una mujer en la sombra
María Lejárraga, una mujer en la sombra (completo) "El amor brujo"
Entrevista a Vicente Huidobro
Diatribas contra Neruda
La guerrilla literaria entre Vicente Huidobro, Pablo de Rokha y Pablo Neruda1La guerrilla literaria entre Vicente Huidobro, Pablo de Rokha y Pablo Neruda2El Neruda de Huidobro
Un secreto esencial, (Cercas sobre los hermanos Machado)
Manuel Machado en prisión. Burgos, otoño de 1936
MANUEL MACHADO: El hermano poeta
Antonio Machado y su poesía durante la Guerra
Cartas de amor de Octavio Paz
Elena Garro en primera persona

Memorias de España 1937 de Elena Garro
Cartas de amor de Octavio Paz
Los colores de la memoria, sobre Elena Garro

Silvina Ocampo & Adolfo Bioy Casares: extraña pareja

Poema La Llave Maestra de Silvina Ocampo
Carta de Adolfo Bioy Casares a Elena Garro
Entrevista/ Reportaje a Adolfo Bioy Casares

ALGUNOS TEXTOS MÁS DE LOS ESCRITORES COMENTADOS
Manuel Machado, Retrato
Caminante, no hay camino, Antonio Machado
En memoria de Paulina [Cuento. Texto completo]Adolfo Bioy Casares
Las caras, de Silvina Ocampo
Retornos del amor recien aparecido, Rafael Alberti
Retornos del amor en las arenas de Rafael Alberti

Poema Cuerpo A La Vista de Octavio Paz
Aquí estoy, de Pablo Neruda



7 comentários:

  1. Muchas gracias por vuestros comentarios, Alfredo y Daniella.

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  2. He llegado hasta aquí desde la fantástica revista 'Los Insistentes' y no diré que me he quedado sorprendida, porque te conozco y sé lo bien que haces las cosas, así que diré que me he quedado encantada. He leído este post y me parece genial la idea, todo :)

    Enhorabuena Belén, de todo corazón :)

    Un abrazo grande desde Salamanca con mucho cariño.

    Maribel

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  3. Maribel, reconozco que me emocionan tus buenas palabras. No sé si merecidas, ¡pero qué emocionante es saber que te gustan estas aventuras solitarias mías!

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  5. muy buenas historias me encanta leer triste historias de amor y asi reflexionar

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